jueves, 27 de septiembre de 2012

bienaventurados los sin forma

Su voz y aire en una esfera centrífuga,
                -ningún filamento me roza-
Ningún filamento me ama.
Estoy tan chiquita que me pierdo,
entre la tinta,
entre las letras.
Ya soy brisa para muchos,
            -ni espesa ni real-
Serena: busco un nido y descansar.

(Está esperando que yo le diga "quedate", y en lugar de eso "serás muy feliz")

                                                     Adorarte en tus obras,

                                                              (dijo mi amigo Julio)

Nota: Ultimamente tengo que prender la pirámide 3am para que afloren versos amorfos, antisoneto en flor (diría ella con voz salada).


Un instante,
pestaneo de subsistencia
física y astral,
donde se nos indujo a ver:
Sin más que sumergir las ideas
         -donde descansan todas las ideas-
El punto donde descansan todos los puntos,
para que alforara de la conciencia,
la incontinencia
           -aquello incapaz de sostenerse-
Colgado junto a la mesa,
reposando en el florero,
sobre el marco de la ventana
se abre, emerge el camino infinito:
El punto fuga.
Estamos hechos de raíces y ramas,
grita, gritando y girando sobre sí
                                 -una voz-
¡Estoy hecha de tiempo!-

jueves, 20 de septiembre de 2012

vuelta al mundo

Recuerdo permanente de que somos lenguaje y de que nos lanzamos a la vida cadenciosa y libremente. 

Hay un punto estelar abajo de nuestro ombligo, un punto que sin embargo abarca todo un sector de fuerza que nos hace caminar. 

Caminar, en principio... desde un punto caminamos y hacemos la infinitud.

Hay una planta que nos recorre verticalmente y que nace y vuelve a nacer en nuestras bocas de distintas formas. Esas flores, frutos, naturaleza misma de la que nunca dejamos de ser parte.

Los límites se borran con solo tocarlos (con la certeza de que tocar siempre es ejercer presión sutil y dulcemente)